Definiciones de integridad:
La palabra integridad proviene del latín integrîtas, (totalidad, virginidad, robustez y buen estado físico), pero el vocablo se deriva del adjetivo integer (‘intacto’, ‘entero’, ‘no tocado o no alcanzado por un mal’).
Así, integridad se refiere a la calidad de íntegro. La integridad es el estado de lo que está completo o tiene todas sus partes, es la totalidad, la plenitud.
Lo íntegro es algo que tiene todas sus partes intactas o puras. Con respecto a las creencias, la integridad moral es el comportamiento del ser humano para hacer lo que debe hacer de acuerdo a lo que Dios manda.
Solo han existido tres personas perfectamente íntegras en la historia. Adán y Eva cuando fueron creados y antes de caer en pecado; y Jesucristo. Sin embargo, hay personas que han destacado por una integridad elevada y que nos sirven como ejemplo. Vemos a estos hombres nombrados en la Biblia como hombres fieles lo que vendría a ser el equivalente a integridad. Hay un total de trece hombres que se les menciona como fieles en el Antiguo Testamento y Nuevo Testamento:
AT: Daniel, Ananías, Moisés, Samuel, Abraham.
NT: Lidia, Timoteo, Pablo, Tíquico, Epafras, Onésimo, Silvano, Antipas.
De varios de estos personajes se sabe muy poco; y es que las personas íntegras no siempre son famosas o personas de gran reputación. La integridad:
- No es fama
- No es éxito
- No es nuestros logros
- No es algo que tenemos
- ES ALGO QUE SOMOS
Para ser íntegros nuestra conducta debe igualar nuestro sistema de creencias.
7 prácticas para ser íntegros:
- Ser sincero con nosotros mismos.
Cuestione sus motivos, deje de justificar lo que sabe que está mal. Si no queremos ver la verdad sobre nosotros mismos, no le pidamos a Dios que nos ayude.
- Diga la verdad.
Es tan básico que a veces uno piensa que no es necesario decirlo. Cuando decimos la verdad no tenemos que andar cuidándonos las espaldas (Pr. 12:13). Decir la verdad implica no exagerar o el embellecimiento como es muy común entre líderes cristianos.
- Cumpla su palabra.
Si ha hecho una promesa, haga lo que dijo. La persona que cumple sus promesas refleja el carácter de Dios (Dt. 7:9). Tu compromiso es solo un compromiso serio si se cumple, incluso luego de que las circunstancias iniciales del compromiso han cambiado. Ese es el nivel más alto de integridad.
- Sea usted mismo.
Debemos conducirnos de una manera auténtica (Fil. 1:10). Ser sinceros significa que no haya defectos ocultos ni agendas escondidas. ¿Qué harías si supieras que mañana te vas a morir? Si hicieras algo muy diferente a lo que planeaste hacer, no estas siendo tú mismo.
- Evite las malas compañías.
Las malas compañías corrompen el buen carácter (1 Co. 15:33). Evita a los que no son sinceros, no hagas negocios con ellos, no creas que contigo van a ser diferentes. Evita incluso las personas que no son sinceros en pequeñas cosas. Con el tiempo llegaremos a ser más y más como las personas con las que nos rodeamos. Pasamos de aguantar su conducta, aceptar su conducta, disculpar su conducta y finalmente adoptar su conducta. Debemos rodearnos con personas de integridad de modo que unos a otros se ayuden a crecer en virtud.
- Usted será probado por fuego.
Su integridad va a ser probada en diferentes ocasiones, manténgase firme. Tome inspiración del ejemplo de integridad y fidelidad que nos deja Sadrac, Mesac y Abed-Nego en libro de Daniel, que no negaron a Dios, a pesar de que su vida corría riesgo.
- Ríndale cuentas a alguien.
No vamos a lograr crecer solos, necesitamos unos de otros (He. 10:24) y necesitamos tener un líder, un hermano mayor que nos guie por el camino de la integridad y fidelidad.
Bernardo Asbún